Sin lugar a dudas, hablar de las oficinas de Microsoft en cualquier parte del mundo es transportarse a un universo donde los conceptos verdes son protagonistas. Como este, cada día son más los ejemplos de empresas que deciden apostarle a entornos sanos, agradables y sostenibles, donde sus trabajadores pueden sentirse como en casa. Pero ¿por qué esta es una tendencia tan llamativa para las compañías?
Para Alejandro Fonseca, director de Sostenibilidad de AEI, firma líder de arquitectura y diseño de interiores sostenibles en Latinoamérica, “crear entornos laborales verdes se traduce en trabajadores más productivos, ahorro para la organización y aprovechamiento responsable de recursos naturales”.
“Varios estudios han demostrado que las personas que trabajan en espacios sostenibles, adquieren niveles de competitividad laboral muy altos. Esto debido a que los entornos crean un estado mental de confort, que se convierte en salud y bienestar para los empleados”, explica Fonseca.
Del mismo modo, manifiesta que esta tendencia contribuye a la retención del talento humano en las organizaciones. Según un estudio realizado por la firma CBRE Research llamado “Millennial, Myths and Realities”, 78 % de los ‘millennials’ consideran crucial la calidad del espacio de trabajo a la hora de buscar empleo. Además, el 69 % de ellos cambiarían beneficios como el salario por tener un mejor espacio de trabajo.
Según el último estudio World Green Building Trends, realizado por la firma Dodge Data y Analytics, Colombia está entre los tres países que más promueve la construcción de proyectos inmobiliarios sostenibles en Suramérica. Y la razón tiene que ver con que las compañías que deciden aplicar tendencias verdes a sus proyectos reciben beneficios económicos que pueden traducirse en retorno de inversión o ahorro en el costo de los servicios públicos que pagan.
“Un emprendimiento o empresa que logra una certificación EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies) adquiere un ahorro de un 20 % en los costos operacionales del servicio de agua, a diferencia de proyectos convencionales donde no están presentes los conceptos de sostenibilidad”, cuenta Fonseca.
La legislación colombiana, por medio de la ley 175 de 2014, ha incentivado las tendencias de construcción sostenible en el país, ofreciendo beneficios tributarios a las compañías que le apuestan a estas prácticas y promoviendo la incorporación de energías renovables y limpias al sistema eléctrico del territorio nacional.
“Este proceso de evolución constante en términos de construcción sostenible en el país está ayudando a concientizar al sector empresarial sobre las prácticas que, desde su entorno, pueden contribuir al uso responsable de recursos naturales y con ello, impactar positivamente en el planeta”, concluye Fonseca.
Tomado: El Tiempo